Aunque el lúgubre gris del mediodía tense un poco la atmósfera de porcelana, sé muy bien que la mujer va a poder librarse del peso soporoso e insoportable de María de las Divinidades.
-Dame tu fruta- dijo M. D
-Mi fruta pudre tu mundo- respondió la mujer
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2 comentarios:
aaaa creo que me voy a quedar un par de días pensando en esto, el sentido último se me escapa.
Te invitamos a que pases por EVOHÉ, y que si te interesa, participes en el proyecto.
Saludos
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