14.5.09

El tierno ruido que producen mis juguetes al caer.

El daño al suelo que le producen mis juguetes al caer.

Las deudas de los niños cuando dejan a sus juguetes caer.

Las deudas de los padres cuando sus niños caen.

Deudos.

Poseen ahora una deuda enorme.

Los niños y los juguetes tejen íntimas relaciones. Los juguetes conocen a los niños,
deudas de los niños cuando crecen y no juegan.

La nostalgia eterna de los padres cuando los niños dejan de crecer.

Para quedarse por allí, lejos de sus juguetes, que los lloran y evocan,

cada día, cada mañana,

en cuanto algún padre le reclama a la vida la deuda que tiene con él.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La infancia:
¿cuando en realidad salimos de la infancia?
Este jugar con las palabras
nos enseña que nunca
nunca, nunca.


Tamym