
9.11.09
4.11.09
“Mi chorro de saliva es mi diadema de diamantes”
Las criadas, Jean Genet.
Volvete mujer: de polvo.
Volvete mujer: que vive en una calle de tierra:
las ventanas
siempre, pero siempre dejan pasar el polvo:
mis muslos de mujer revestidos:
si estornudases, volarían.
Si se te ocurre amasar pan sobre mis muslos,
sería pan de tierra.
Con gusto a calle de tierra,
a lago cuando llueve,
a transpiración en verano.
Si se te ocurre amasar pan en mi panza,
tenés que usar tus dos brazos,
porque se hunde.
Tendría gusto a mujer: que vive lejos.
Siempre, pero siempre,
mi ventana deja pasar un poco de realidad,
siempre, constantemente, mi ventana nunca se cierra.
Por entre los barrotes -la realidad obliga- pasa toda la calle de tierra
y se deposita en mis muslos de mujer.
En verano, siempre transpiro polvo,
se moja, se hace un lodazal en mi espalda.
Si se te ocurre amasar pan en mi espalda,
te saldría manchado:
de barro de cara
de verano al sol
de año nuevo polvoriento,
en una habitación repleta de realidad
que se cuela
incesantemente por mi ventana.
Las criadas, Jean Genet.
Volvete mujer: de polvo.
Volvete mujer: que vive en una calle de tierra:
las ventanas
siempre, pero siempre dejan pasar el polvo:
mis muslos de mujer revestidos:
si estornudases, volarían.
Si se te ocurre amasar pan sobre mis muslos,
sería pan de tierra.
Con gusto a calle de tierra,
a lago cuando llueve,
a transpiración en verano.
Si se te ocurre amasar pan en mi panza,
tenés que usar tus dos brazos,
porque se hunde.
Tendría gusto a mujer: que vive lejos.
Siempre, pero siempre,
mi ventana deja pasar un poco de realidad,
siempre, constantemente, mi ventana nunca se cierra.
Por entre los barrotes -la realidad obliga- pasa toda la calle de tierra
y se deposita en mis muslos de mujer.
En verano, siempre transpiro polvo,
se moja, se hace un lodazal en mi espalda.
Si se te ocurre amasar pan en mi espalda,
te saldría manchado:
de barro de cara
de verano al sol
de año nuevo polvoriento,
en una habitación repleta de realidad
que se cuela
incesantemente por mi ventana.
24.10.09
Poema de pequeño amor
Estoy sentada dormida.
Estoy sentada dormida
en una silla sucia.
Siento mi sueño
caerse por la punta de mis dedos
y que la imagen de mí,
sentada, dormida,
me quiere ver a mí
sentada, escribiendo.
La imagen de mí
sentada dormida
se proyecta en una foto
-de las de ella-
La imagen de mí
sentada, dormida
quiere ver
a la imagen de mí
sentada, escribiendo
en un video
-de los de ella-
La imagen de mí
sentada, onírica
deja caer
su ontología de sueño
por la punta
de sus dedos
de imagen de mí
sentada, dormida.
Tiene la mano
estirada, tocando
la pata de la silla.
Con la otra mano sostiene
la lapicera
y la saliva que cae
y resbala, dormida.
La imagen de mí
sentada, dormida,
intenta escribir
sobre la silla sucia.
Escribe: quiero verte, bicho.
Entonces,
la imagen de mí
sentada, escribiendo
se reproduce
de manera
infinita.
Estoy sentada dormida
en una silla sucia.
Siento mi sueño
caerse por la punta de mis dedos
y que la imagen de mí,
sentada, dormida,
me quiere ver a mí
sentada, escribiendo.
La imagen de mí
sentada dormida
se proyecta en una foto
-de las de ella-
La imagen de mí
sentada, dormida
quiere ver
a la imagen de mí
sentada, escribiendo
en un video
-de los de ella-
La imagen de mí
sentada, onírica
deja caer
su ontología de sueño
por la punta
de sus dedos
de imagen de mí
sentada, dormida.
Tiene la mano
estirada, tocando
la pata de la silla.
Con la otra mano sostiene
la lapicera
y la saliva que cae
y resbala, dormida.
La imagen de mí
sentada, dormida,
intenta escribir
sobre la silla sucia.
Escribe: quiero verte, bicho.
Entonces,
la imagen de mí
sentada, escribiendo
se reproduce
de manera
infinita.
13.10.09
22.9.09
Viven dos mujeres acá. Una tiene pantalones rosas. La otra camina desnuda.
Viven dos personas acá.
-Yo quiero vivir para siempre.
-Yo quiero morir acompañada.
Se oyen dos voces distintas acá.
-Quiero compartir mi desnudez
Las dos mujeres confluyen en una tercera.
Cuando cualquiera de las dos sale, matan cada vez a la madre de la tercera. Le quitan el mundo entero. Le asaltan la heladera, y la dejan morir de hambre.
Viven dos personas acá.
-Yo quiero vivir para siempre.
-Yo quiero morir acompañada.
Se oyen dos voces distintas acá.
-Quiero compartir mi desnudez
Las dos mujeres confluyen en una tercera.
Cuando cualquiera de las dos sale, matan cada vez a la madre de la tercera. Le quitan el mundo entero. Le asaltan la heladera, y la dejan morir de hambre.
16.9.09
Tengo tu saliva en mi pelo.
Tengo tu mano en mi cara
que cae
y rebota contra la calle.
Te diría: mirá, es la primera vez que te escribo.
Pero no sé si eso es cierto.
La otra que cae cuando
tu saliva me toca
me dice que no:
me dice que te diga:
quiero dibujar con tu saliva
una línea recta
en mi espalda.
Cuando oigas esto
vas a decir:
nunca antes me escribiste nada.
No querías.
Entonces la otra
hecha de saliva y pelo
dice:
nunca antes había querido
escribirte.
Tengo tu mano en mi cara
que cae
y rebota contra la calle.
Te diría: mirá, es la primera vez que te escribo.
Pero no sé si eso es cierto.
La otra que cae cuando
tu saliva me toca
me dice que no:
me dice que te diga:
quiero dibujar con tu saliva
una línea recta
en mi espalda.
Cuando oigas esto
vas a decir:
nunca antes me escribiste nada.
No querías.
Entonces la otra
hecha de saliva y pelo
dice:
nunca antes había querido
escribirte.
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