21.12.09

PAN

Gritá que no me querés compartir tu costilla.
Un desvencijado oso de peluche,
una cortadura de manteca.
Me encuentro tu mano morada de sangre,
repleta de consciencia.
Me encuentro tu cuerpo abotonado
a la plenitud de tu hogar,
Lo lavo con la mayor maternidad
que puedo hallar
en mi cuerpo de mujer amateur.
Te coso los botones de tu vestido.
Convidame una golosina, estúpida.
Somos iguales y apenas nos damos cuenta.
Prendamos fuego nuestras piernas
y mirémonos a los ojos.
Que nos ardan las manos
y llenen con lo que quede
unos cuantos ceniceros.
¿Soplarías mi cuerpo vacío que está sobre la mesa?
¿Abanicarías este desecho de la poesía?
No quisiera otro alimento más que tu sueño.
Me devolvés a la vigilia más irreal de todas:
acurrucame en tu silencio lagrimoso,
en tu universo de detalles perfectos.
El olor a frío se soporta muy bien.

8.12.09

Quiero decirte que sería posible
que me salves la vida.
Algún mundo posible albergaría
tu muñeca de pan con el vientre abierto.
En este mundo factible,
yo espero en el silencio de mi pelo.
Te aguardo lo que dure una
vacilación poética: te espero toda una hoja en blanco