16.11.09

Como si estuvieses dentro de una jaula,
te pienso,
como si tu figura masculina
entrase a través de los barrotes.
Me hago de tu nombre
y me relajo
sobre la mesa
sobre la cama
me relajo.
Oí, me relajo.
Dejo tu sombra en la ventana

9.11.09

4.11.09

“Mi chorro de saliva es mi diadema de diamantes”
Las criadas, Jean Genet.



Volvete mujer: de polvo.
Volvete mujer: que vive en una calle de tierra:
las ventanas
siempre, pero siempre dejan pasar el polvo:
mis muslos de mujer revestidos:
si estornudases, volarían.
Si se te ocurre amasar pan sobre mis muslos,
sería pan de tierra.
Con gusto a calle de tierra,
a lago cuando llueve,
a transpiración en verano.
Si se te ocurre amasar pan en mi panza,
tenés que usar tus dos brazos,
porque se hunde.
Tendría gusto a mujer: que vive lejos.
Siempre, pero siempre,
mi ventana deja pasar un poco de realidad,
siempre, constantemente, mi ventana nunca se cierra.
Por entre los barrotes -la realidad obliga- pasa toda la calle de tierra
y se deposita en mis muslos de mujer.
En verano, siempre transpiro polvo,
se moja, se hace un lodazal en mi espalda.
Si se te ocurre amasar pan en mi espalda,
te saldría manchado:
de barro de cara
de verano al sol
de año nuevo polvoriento,
en una habitación repleta de realidad
que se cuela
incesantemente por mi ventana.